Basado en el Mercedes-Benz W196 de fórmula 1, y equipado con un motor de ocho cilindros en línea de 2.982 cc, y hasta 310 hp, el Mercedes-Benz 300 SLR Uhlenhaut Coupe, era capaz de alcanzar una velocidad máxima de más de 300 km/h., convirtiéndose en el coche de calle más rápido de su época.
Con su diseñador Rudolf Uhlenhaut