Fue un avión de caza, desarrollado como un potente y rápido caza biplano de la Royal Air Force, pero el final de la Primera Guerra Mundial llevó al abandono de su producción a gran escala. Finalmente fueron construidos menos de 400 aparatos, y muchos de ellos fueron exportados a un buen número de países. El "Buzzard" desarrollaba una gran velocidad y potencia, siendo uno de los aviones más rápidos desarrollados durante la Primera Guerra Mundial.
En 1917 la compañía Martinsyde diseñó un avión de caza biplano equipado con un motor Rolls-Royce Falcon V-12 y al que denominó Martinsyde F.3. Los resultados de este primer prototipo fueron muy satisfactorios, pero el motor Rolls-Royce Falcon estaba siendo destinado para equipar a otros aviones y no se encontraba disponible. Como solución, el avión fue rediseñado como un nuevo modelo y equipado con un motor Hispano-Suiza, denominándose "F.4 Buzzard". Tras realizar su primer vuelo en junio de 1918, volvió a arrojar unos buenos resultados técnicos y la RAF ordenó su inmediata construcción.
Las entregas a la RAF habían empezado justo cuando se firmó el armisticio entre los Aliados y los alemanes. Así pues, Martinsyde recibió órdenes de terminar solamente aquellos aparatos cuya construcción era avanzada, mientras que otros aparatos del pedido inicial fueron cancelados. Para colmo, el Buzzard no fue adoptado por la RAF como avión de caza estándar.
Fotos sacadas de aviationcorner.net
Debido a que en la época de posguerra la RAF no quiso el Buzzard, Martinsyde tuvo más éxito vendiendo el Buzzard a un gran número de Fuerzas aéreas extranjeras, incluyendo 30 aparatos que fueron vendidos a España, 15 a Finlandia y unos 100 a la Unión Soviética. Algunas de estas aeronaves prestaron un gran y largo servicio, como los seis Buzzard españoles que permanecieron en servicio hasta el comienzo de la Guerra civil española, quedando todos ellos bajo control del gobierno republicano.
Sin embargo, se encontraban tan anticuados y desgastados que las FARE los emplearon en misiones secundarias durante la contienda. Destacados en la base de San Javier, fueron destinados a la protección de esta zona, dos de ellos fueron enviados a Andalucía sin llegar a combatir. Terminarían en la base de El Carmolí en 1938 de donde ya no saldrían más.
La caja de la maqueta
La maqueta
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